domingo, 10 de mayo de 2009

Crisis diplomática entre Italia y Finlandia

Abc, 9 de mayo de 2009

Crisis diplomática entre Italia y Finlandia

Silvio Berlusconi, bien conocido por sus meteduras de pata verbales de todo tipo, incluidas las de carácter sexista, ha desaprovechado una oportunidad de callarse al arremeter con su habitual ironía contra la comida finlandesa y los alimentos de ese país nórdico, que dijo haber tenido que «soportar varias veces». Descalificó la carne de reno ahumado comparándola con el jamón de Parma: «No se puede comparar el Culatello de Parma con aquella horrible carne».
Los finlandeses no han tardado en reaccionar ante los comentarios del primer ministro italiano y tras ácidas críticas de los medios de información, llamaron a consultas al Embajador de Italia al ministerio de Asuntos Exteriores. El Primer ministro Matti Vanhanen por su parte comentó que le gusta la pasta, pero que es un «alimento muy sencillo».
Todo ocurrió durante la inaguración en Parma de la AESA, Autoridad Alimenticia Europea. Y, aunque el portavoz del primer ministro quiso quitar importancia al asunto, las asociaciones de comerciantes de Finlandia han declarado un boicot en toda regla a los productos de aquella tierra mediterranea.
También, según la agencia de noticias Ansa, en clara alusión a las acusaciones de esposa Lario, que aseguró que «frecuenta menores», bromeó sobre las mujeres finesas «siempre que sean mayores de edad». Por si eso fuera poco, y para terminar de irritar a los buenos nórdicos que tan orgullosos están de sus monumentos medievales, el pasado miercóles Berlusconi puso en entredicho la arquitectura finesa ridiculizando las antiguas iglesias de madera que comparó con los monumentos de Roma: «Recuerdo que cuando estuve allí querian mostrarme a toda costa una de esas iglesias y tardamos tres horas en llegar a un edificio inenarrable». Una afirmación que según los politicos finlandeses no es verdad ya que no existe protocolo de que el Primer ministro italiano visitara iglesia alguna durante su única y corta visita en aquella nación.
No es esta la primera vez que Berlusconi lanza comentarios desagradables contra la república nórdica. En el año 2001, durante un encuentro de la Unión Europea, dijo sin sonrojarse que «Finlandia no podía ser sede de la agencia de seguridad alimentaria porque no sabe siquiera que es un buen jamón».
Cuatro años más tarde se metió burdamente con la presidenta Tarja Halonen a la que dirigió frases de muy mal gusto jactándose de haber empleado «tácticas de playboy» y toda su habilidad masculina para convencer a esa dama.