sábado, 11 de abril de 2009

Hay que tomárselo como un 'camping': Berlusconi a albergados por sismo

La Jornada, 8 de abril de 2009


Hay que tomárselo como un 'camping': Berlusconi a albergados por sismo

L'Aquila. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha vuelto a hacer gala de su particular sentido del humor en un intento de alentar a las víctimas del terremoto que sacudió el centro del país: "Aunque es absolutamente provisional... hay que tomárselo como un fin de semana de camping", señaló.
Según Berlusconi, que visitó por tercer día la región de los Abruzos, a quienes la catástrofe dejó sin techo y se encuentran refugiados en tiendas de campaña no les falta de nada: Hay medicinas, comida caliente y mantas para las noches.
Italia se prepara para enterrar a algunas de las 272 personas muertas en pueblos medievales devastados por un terremoto, mientras socorristas continuaban buscando sobrevivientes entre los escombros en medio de fuertes réplicas.
Se espera que el viernes se realice un funeral masivo de Estado para las víctimas y se declare día de luto nacional, dijeron funcionarios, aunque el primer entierro se realizo hoy.
El primer ministro Silvio Berlusconi dijo en una conferencia de prensa que la cifra de fallecidos había subido a 260, de los cuales 16 son niños y restan nueve personas aún por identificar. Más tarde, la policía informó que en cuestión de horas el número de víctimas había subido a 272 por los cuerpos encontrados durante la jornada.
Durante la noche, los socorristas recuperaron 15 cuerpos de los escombros que dejó el sismo del lunes y las fuertes réplicas registradas hasta el momento. En Roma, el Papa Benedicto rezó nuevamente por las víctimas y dijo que visitará pronto el área.
Miles de sobrevivientes del peor terremoto en tres décadas pasaron aterrorizados la noche en carpas mientras numerosas réplicas sacudían la montañosa región de los Abruzos, dificultando los esfuerzos de rescate y causando al menos un muerto más.
La más fuerte de las réplicas desde el lunes, con una magnitud de 5.6, dispersó a los equipos de emergencia y derrumbó edificios, partes de la basílica y la estación, mientras anochecía en la histórica ciudad medieval de L'Aquila, que sufrió lo peor del desastre.
"Estamos impactados porque perdimos a nuestros seres queridos, el pueblo fue reducido a escombros con más de 40 muertos, muchos de ellos jóvenes. Se perdió una generación entera", dijo Antonella Massi en Onna, una localidad que tenía 300 habitantes y en la que apenas quedó un edificio sin sufrir daños.
Unas 20 carpas y 16 cocinas de campaña fueron levantadas para resguardar y alimentar a unas 14.000 personas luego de que Berlusconi declaró estado de emergencia nacional y envió soldados a la zona.

El daño estimado por aseguradoras sería de entre 2 mil y 3 mil millones de euros (entre mil 500 y 2 mil 200 millones de dólares), en medio de la peor recesión en Italia desde la Segunda Guerra Mundial.
Berlusconi rechazó ayuda humanitaria desde el extranjero, pero dijo que había conversado con algunos líderes que ofrecieron pagar por la restauración de alguna iglesia o sitio histórico que haya resultado dañado.El primer ministro ha viajado todos los días a la zona del desastre y prometió ayuda con rapidez a los sobrevivientes, algo que según encuestadores podría impulsar su ya alta popularidad.
Pero el político, cuyas declaraciones con frecuencia causan polémica, el miércoles pareció un poco insensible cuando dijo a un canal de televisión alemán que las miles de personas viviendo en las tiendas "deberían ver la situación como un fin de semana de campamento".
Funcionarios dijeron que el terremoto tendrá un enorme impacto en la región, cuya economía se basa en el turismo, la agricultura y las empresas familiares.
Berlusconi prometió construir un nuevo pueblo cerca de L'Aquila y el ministro de Agricultura Luca Zaia pidió a los italianos que ayuden a la región "principalmente comprando productos de Abruzo".
Los sobrevivientes enfrentan un lúgubre fin de semana de Pascua. Con la mayoría de las iglesias dañadas, las personas se preparan para celebrar el evento religioso en capillas improvisadas en las carpas.
El Gobierno y propietarios de hoteles ofrecieron refugio para quienes se quedaron sin hogar en edificios de la costa adriática.
Los socorristas celebraron el martes por la noche el rescate de una mujer de 20 años que fue hallada viva 42 horas después de que el terremoto dejara en ruinas un edificio de cuatro pisos.
Al menos 250 cuerpos permanecían en una morgue transitoria en un colegio en las afueras de L'Aquila.
El primer funeral de la víctima está programado para el miércoles en la ciudad de Loreto Aprutino y será realizado por el arzobispo de Pescara. Cerca de mil personas permanecen heridas 100 de ellos gravemente y menos de 50 aún no han sido encontrados.
Muchas de las víctimas eran estudiantes de la universidad de L'Aquila. Un bombero del puerto de Pescara que llegó a ayudar a los esfuerzos de rescate rompió en llanto tras desenterrar el cuerpo de su hija política, quien estudiaba en el lugar.
Los equipos de futbol italianos dijeron que enviarán los ingresos del fin de semana a las víctimas. Universidades, periódicos y canales de televisión recogían donaciones, mientras que hoteles ofrecían miles de habitaciones baratas para los sobrevivientes y socorristas.
La policía aumentó el patrullaje en las calles debido a reportes de saqueos de casas y comercios.