domingo, 13 de diciembre de 2009

Berlusconi, agredido por un hombre al término de un tenso mitin en Milán




El País, 13 de diciembre de 2009


Berlusconi, agredido por un hombre al término de un tenso mitin en Milán

Silvio Berlusconi, primer ministro italiano, ha sido agredido esta tarde en Milán al término de un mitin celebrado en la plaza del Duomo. El agresor, un hombre de 42 años llamado Massimo Tartaglia y sin antecedentes penales, ha lanzado un objeto metálico contra Berlusconi cuando éste saludaba a sus seguidores y estaba a punto de entrar en el coche oficial para abandonar la plaza.

En una primera versión de los hechos se había señalado que Berlusconi había recibido un puñetazo, aunque finalmente ha cobrado fuerza la versión de que habría sido alcanzado por un objeto contundente lanzado por el agresor, quien llevaba diez años recibiendo tratamiento psiquiátrico en el hospital Policlinico de Milán, según informan varias agencias de información.

El primer ministro, sangrando copiosamente por la boca y con la expresión desencajada, ha sido metido en un primer momento en el vehículo por sus escoltas mientras el agresor era detenido. Luego ha vuelto a salir del coche y se ha puesto de pie en el estribo buscando con la mirada al agresor, quizá para asegurar a sus seguidores que estaba bien.

Algunas agencias han informado de que la multitud ha intentado linchar al agresor. Berlusconi ha sido trasladado al hospital San Rafael, donde se le han realizado pruebas médicas. Las primeras noticias señalan que el primer ministro tiene dos dientes afectados por la agresión y algunos cortes en la cara, y que pasará las próximas 24 horas en observación.

Todas las fuerzas políticas han condenado de inmediato el ataque, que el líder de la Liga del Norte, Umberto Bossi, ha calificado como un "acto de terrorismo".

La cita de Berlusconi con los milaneses se había anunciado como un baño de masas de reparación al primer ministro por la complicada situación, política y privada, que atraviesa desde hace meses. En la plaza del Duomo, el Pueblo de la Libertad comenzaba la campaña de reparto de carnés entre los militantes.

Berlusconi comenzó su discurso bromeando, diciendo que su ministro le había tendido una emboscada porque le había montado un mitin con el que no contaba. Tras lanzar las primeras críticas a la oposición, a la que calificó como "fábrica de odio, de envidia y de odio" y como "una izquierda impregnada de valores marxistas", Berlusconi se dirigió, bastante tenso, hacia algunos asistentes que protestaban llamándole "ladrón" y "bufón".